Add parallel Print Page Options

En aquel momento el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Sansón y, aunque no tenía armas, despedazó al león con la facilidad con que se mata un cabrito. Pero nada les dijo a su padre ni a su madre acerca de ello. Llegados a Timnat, formalizó el compromiso con la muchacha que le agradaba.

Días después, cuando volvía para la boda, Sansón se apartó del sendero para mirar los despojos del león y halló en él un panal de abejas que tenía miel.

Read full chapter